Los fertilizantes recubiertos son fertilizantes convencionales cubiertos de una sustancia insoluble o poco soluble en agua. Este recubrimiento es casi siempre, una membrana semipermeable que permite que el agua pase lentamente a través de ella. Este tipo de fertilizantes son aplicados al suelo para controlar la velocidad de liberación de nutrientes, ofreciendo a su vez, múltiples beneficios ambientales, económicos y de rendimiento.
¿Cómo se producen los fertilizantes recubiertos?
Los revestimientos se aplican normalmente a fertilizantes de nitrógeno (N) granulados, aunque también se pueden utilizar en fertilizantes con más nutrientes. La urea es el material base para la mayoría de los fertilizantes revestidos, debido a su alta concentración de N.
El primer revestimiento de fertilizantes fue el azufre elemental (SE), este se rociaba sobre los gránulos de urea y luego se sellaba con una cera para cerrar grietas o imperfecciones en el revestimiento.
Una de las técnicas para recubrir fertilizantes, es haciendo reaccionar diversos polímeros a base de resina sobre la superficie de los granos o perlas del fertilizante. La composición y el grosor de la capa de revestimiento están ajustados para controlar la velocidad de liberación de nutrientes específica para cada cultivo. La adición de un revestimiento implica un costo extra, por lo que este tipo de fertilizantes son más costosos que los no recubiertos.
Usos de los fertilizantes recubiertos en la agricultura
Estos fertilizantes son utilizados ampliamente ya que proporcionan una fuente de nutrientes a largo plazo. Además, pueden ofrecer ventajas como la liberación sostenida de nutrientes que pueden disminuir o evitar las pérdidas por lixiviación.
El mayor beneficio de los fertilizantes revestidos sólo se obtiene cuando la duración de la liberación de nutrientes se ajusta con los períodos de absorción de los nutrientes.
Prácticas de manejo
Comprender el mecanismo de liberación de nutrientes es útil para obtener el máximo beneficio de estos fertilizantes ya que la liberación de nutrientes depende de diversos factores ambientales como la humedad, temperatura e incluso de la actividad microbiana del suelo.