Los suelos con pH ácido pueden ser corregidos mediante las enmiendas o encalados a base de cal viva (CaO), cal apagada ((OH2Ca)), caliza (CO3Ca), dolominta (CO3)2CaMg) .
Mientras que la aplicación de yeso y azufre puede usarse para la corrección del pH del suelo alcalino. Los encalados son necesarios cuando el pH es menor de 5, con esto se sustituyen los cationes de hidrogeno por cationes de calcio y se consigue elevar el pH del suelo.
En producciones agrícolas con fertirriego es común la aplicación de ácidos como el sulfúrico, nítrico y sulfúrico para obtener pH ligeramente ácidos que benefician la absorción de nutrientes.
Es importante conocer la reacción de los fertilizantes con el suelo, algunos fertilizantes disminuyen el pH mientras que otros lo incrementan, deben de usarse fertilizantes que ayuden a obtener el pH óptimo para cada cultivo según las características del suelo.
Por ejemplo el sulfato de amonio tiene una reacción acidificante, y el nitrato de calcio y los fasfatos elevan el pH del suelo. La corrección del pH del suelo puede llevarse a cabo mediante el correcto uso de fertilizantes según sea su reacción en el suelo.
El pH del suelo tiene gran relación con la capacidad de intercambio catiónico del suelo, y con ello con la fertilidad del mismo. El pH obtiene para los cultivos oscila entre 5.5-7.
Un buen contenido de materia orgánica ayuda a amortiguar cambios bruscos en el pH del suelo. Cuando los suelos son pobres en materia orgánica y reciben aportes de fertilizantes que bajan o sube el pH el efecto sobre el suelo es directo y no posee la capacidad de amortiguar el pH, como si lo haria un suelo con materia orgánica por arriba de 2.5%.
Es adecuado realizar análisis de suelos periódicamente, que te permitan conocer el estado del pH y de materia orgánica para realizar cálculos sobre la cantidad y tipo de producto a aplicar, ya sea que se busque bajar o incrementar el pH para llegar a valores óptimos.