La sandía proviene de una planta rastrera la cual se extiende a lo largo del campo de cultivo. Su raíz principal es larga y profunda y presenta varias raíces secundarias. Del tallo primario se generan pequeños brotes secundarios y terciarios. El follaje puede llegar a cubrir hasta 5 metros cuadrados de terreno.
La fruta es de forma redondeada u ovalada con un peso que va de 2 hasta 20 kg. En tanto al color, puede ser verde o tener bandas color amarillo o grisáceo. La pulpa es de color roja, rosada o amarilla, dependiendo el estado de madurez. Existen variedades de sandías sin semillas y otras con muchas de estas, negras o blancas.
Producción de sandía en México
Estados como Chihuahua, Jalisco, Sonora y Veracruz presentan condiciones climáticas óptimas para la producción de sandía a lo largo del año, cosechando casi la mitad de la producción anual, de marzo a junio.
En 2019 la superficie sembrada y cosechada con este fruto disminuyó, lo que provocó una menor producción comparada con el año anterior.
El estado con mayores ingresos por la producción de sandía es Sonora. Tan solo en 2019, esta entidad generó alrededor de 2 mil 50 millones de pesos, lo que representa el 41.6% del valor total nacional. El municipio de Hermosillo generó 56.7% de la cosecha y 68% de los ingresos por venta, en la entidad.
Estados Unidos es el mayor importador mundial de sandía con compras anuales de aproximadamente 750 mil toneladas, siendo México su principal proveedor y compite con países centroamericanos.
Alemania, Canadá y Francia son también, importantes importadores del fruto con compras anuales que van desde 226 mil y 468 mil toneladas.
En 2019 se sembraron 40 mil toneladas de sandía, de las cuales se cosecharon 39 mil, obteniendo un volumen de mil 346 toneladas, generando alrededor de 4 mil 929 millones de pesos.