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Plagas urbanas: roedores

Los roedores representan el 40% del total de mamíferos existentes, incluso, en algunas regiones, el número de total de roedores puede llegar a ser mucho mayor que el resto de las especies de mamíferos juntas, que habitan en la zona.

En las zonas urbanas existen tres tipos de ratas, la rata mgratoria (Rattus noruegicus), la rata casera (Rattus rattus), de la que existen dos especies: alexandrinus y frugiitorus, y el ratón casero (Mus musculus). Estos tres tipos de ratas se diferencian entre ellas por diversas características morfológicas, como lo son: el peso, el color, el tamaño y la forma física.

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Son de hábitos nocturnos y presentan un excelente sentido olfatorio ya que se pueden guiar y moverse de un lugar a otro por los olores dejados en las sendas y en medio de sus bigotes y pelos sensitivos.

Prefieren vivir fuera de la vista del hombre y tienen hábitos migratorios muy marcados, siendo los drenajes su principal vía de comunicación, pues son grandes nadadores.

Se alimentan principalmente de granos y cereales, mostrando preferencia por los productos grasos.

Ciclo de vida de los roedores

La gestación en ratas dura alrededor de 22 días y en ratones 19 días. Las hembras tienen de 6 a 12 camadas en su vida, de las cuales nacen de 8 a 12 crías. Paren en sitios próximos a alimentos y agua y las crías se encuentran protegidos en nidos revestidos previamente en toda clase de material aislante como pasto, algodón, papel, etc.

Daños que provocan los roedores

Entre los daños que causan, el principal es el desperdicio de alimentos, pues se estima que solo en la Ciudad de México, donde persisten más de 10 millones de ratas, que ingieren unas 100,000 toneladas de alimentos, inutilizan y desperdician anualmente no menos de 200,000 toneladas.

Además, estos roedores destruyen el aislamiento de los cables provocando cortos circuitos. Sin mencionar los daños que provocan en las prendas de ropa, muebles, madera de los pisos, entre otros materiales del hogar.

Sin embargo, el daño más peligroso es la transmisión de enfermedades como la rabia, tifo, leptospirosis, salmonelosis, cólera, fiebre aftosa, infecciones intestinales, etc. Las ratas además albergan pulgas y ácaros que, al pasar a los humanos, son capaces de causar inclusive dermatitis severa.

Identificación y localización

Por lo general los ratones y ratas habitan en sótanos y lugares escondidos dentro de la casa. Los principales indicios de una rata o una población de ellas son olores desagradables a orines y excremento, excrementos, pedazos de comida, cajas de cartón o madera roídos y grasosos, y agujeros de forma irregular en pisos o en paredes al nivel del suelo.

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