La calabacita es una baya de cáscara dura cuya planta es monoica, es decir, presenta ambos sexos, pero con flores masculinas y femeninas separadas. Es conocida como planta rastrera debido a que crece a lo largo del suelo. Los tallos que están cubiertos de vellosidad, son erectos en las primeras etapas del desarrollo hasta antes del tercer corte de frutos. Las hojas están sostenidas por medio de tallos alargados y huecos.
El fruto es de tipo pepónide, generalmente de color verde claro, pero su color puede variar a colores mas obscuros. Su tamaño va desde los 12 a los 15 cm de longitud, tienen un alto contenido de vitamina C y minerales como el potasio, conocido por sus propiedades para disminuir la presión arterial. Las semillas son de color blanco cremoso o de tonalidad ligeramente café.
Producción de calabacita en México
Actualmente, México constituye un importante centro de diversidad del género Cucurbita, tanto especies domésticas como silvestres. Esta hortaliza se produce en alrededor de treinta entidades en México, por lo que la cosecha se realiza a lo largo del año. En 2019 su producción fue 11% menos que la del 2018, debido a que la siembra se efectuó en una superficie menor.
De las treinta entidades que siembran calabacita en México, Sonora aporta casi el 30% a la cosecha nacional con ingresos de 48 millones de pesos, lo que representa 32.5% del valor de la producción de cucurbitáceas en el país.
La comercialización exterior de este vegetal va en ascenso, tan solo en 2019 se exportaron mas de 550 mil toneladas, por las cuales se recibieron alrededor de 197 millones de dólares.
Los mercados estadounidense y nipón son los puntos con mayor comercialización de calabacita mexicana con 527 mil y 23 mil toneladas, respectivamente.
En el mundo, México y España son líderes en la venta internacional de calabaza, producto en el que Estados Unidos y Francia son los mayores importadores.