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Insectos benéficos: Eretmocerus eremicus Rose & Zolnerovich

Eretmocerus eremicus es una especie parásita de moscas blancas, específicamente de Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum. Tiene como lugar de origen el área meridional del desierto de California y de Arizona.

Plaga sobre la que actúa Eretmocerus eremicus

Eretmocerus eremicus ataca a la mosca blanca del tabaco (Bemisia tabaci) y la mosca blanca de los invernaderos (Trialeurodes vaporariorum).

Morfología

El adulto de Eretmocerus eremicus es de tamaño pequeño, de aproximadamente 1 mm de longitud. Su cabeza, tórax y abdomen son de color amarillo, posee tres ocelos de color rojo y de forma triangular en la cabeza, y presenta ojos de color verde. Sus patas son largas y delgadas, y de color más claro que el resto del cuerpo.

Ciclo biológico de Eretmocerus eremicus

E. eremicus pasa por los estados de huevo, tres estadíos larvarios, pupa y adulto. Su desarrollo biológico depende fundamentalmente de la temperatura, siendo de 17 a 18 días a una temperatura de 23°C. Sin embargo, para un desarrollo óptimo E. eremicus, en cultivos bajo abrigo, necesita una temperatura mínima de 20ºC, permaneciendo activo a temperaturas elevadas.

E. eremicus puede desarrollarse en cualquier estadio larval de la mosca blanca, aunque prefiere parasitar larvas de segundo y tercer estadio.

Las hembras de E. eremicus exploran, palpando con sus antenas, las hojas en busca de larvas de B. tabaci o T. vaporariorum, reconociendo y evitando la oviposición en un huésped ya parasitado. Cuando el huésped es localizado, la hembra se coloca de espaldas a la larva, y empleando sus patas traseras para levantarla, realiza la puesta entre ésta y la hoja. Puede depositar entre 3 y 5 huevos diarios. La larva de primer estadio del parasitoide, recién emergida, se introduce en el interior de la larva de mosca blanca, y continúa su desarrollo a expensas de ésta hasta alcanzar el estado adulto.

Los adultos de E. eremicus realizan picaduras alimenticias sobre las larvas jóvenes de moscas blancas llegándoles a provocar hasta el 40% también la muerte.

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